lunes, 23 de junio de 2014

Sociedad del conocimiento: cambios en el mercado de la economía del conocimiento



Mucho se ha hablado y escrito respecto a los cambios que se han venido gestando después de la segunda guerra mundial, y cuyos efectos se ven reflejados en todos los aspectos de la vida moderna. Se dice que actualmente se vive una sociedad diferente, más compleja y cambiante, que se le ha llamado “sociedad del conocimiento”, pero ¿cuáles son las características fundamentales de esta nueva sociedad? ¿Qué impactos ha traído en la economía, el mercado, las organizaciones y las personas?
            En este documento se describe esta nueva sociedad y su diferencia con las anteriores, así como lo que significa economía del conocimiento, con el objetivo de entender cómo los mercados han cambiado, así como las implicaciones que ha tenido en las empresas y la forma de ver los bienes y servicios consumidos hoy en día.



Actualmente la sociedad está viviendo una nueva realidad que se ha desarrollado gracias a la revolución de la tecnología de la información, y que se basa en el conocimiento como la fuente generadora de valor y riqueza de las economías mundiales.
Desde hace más de tres décadas Toffler (1990) ya había vaticinado estos cambios en la sociedad, en los negocios, la economía, la política y los asuntos mundiales que afectarían a las empresas. Este autor describió tres tipos de sociedades basadas en el concepto de "olas", afirmando que a través de la historia han cambiado la fuente del poder, tal como se explica en la Tabla 1. 
  
Tabla 1. Evolución social en tres olas propuestas por Alvin Toffler
Adaptado de: Toffler (1990)
Características
1°. Ola: Pre-Industrial
2°.  Ola: Industrial
3°. Ola: Postindustrial
Recurso clave        
La  tierra
La máquina
El conocimiento
Economía dominante        
Agrícola
Industrial
Servicios
Grupos sociales       
Campesinos/Terratenientes
Obreros /Empresarios
Consumidores /Tecnócratas
Materiales
Madera,  Hierro
Acero, Hormigón
Hiper-oferta
Tecnologías dominantes                 
Agrícolas

Energía y Procesos

Informática, Internet, Robótica, Biotecnología, Nuevos  Materiales, Genética y Nano-tecnología.
Organización  
Servidumbre
Taylorismo-Fordismo
Participación; Outsourcing
Fuentes de Poder 
La Tierra: ganado y cosechas (fuerza física)
Las Finanzas (riqueza)
Lo inmaterial (conocimiento)
Uso del poder
Es poder inflexible y sólo se ejerce para castigar.
La riqueza se usa tanto para castigar como para recompensar.
El conocimiento persuade. Con él se logra desactivar situaciones de fuerza o dinero.
Duración del poder
Como la fuerza física es finita, el poder será, por tanto, finito: el que tuviera y supiera usar el garrote más grande y pesado, era rey.
Como la riqueza es finita, su poder será igualmente finito
Como el conocimiento es infinito, el poder también puede serlo: el que tiene el poder controla la información, la experiencia, la comunicación, la tecnología.
Cultura  
Premoderna
Moderna
Post-Moderna
Desarrollo Socioeconómico
Lineal y moderado
Exponencial
Asintótico
Duración  
Siglo XXX aC.
Hasta 1750
1750 hasta 1950/60
1950/60 hasta ahora
Resultados
Se levantaron imperios y se edificaron ciudades fortificadas.

Trajo la destrucción sistemática del planeta, la contaminación ambiental, y el calentamiento global.

La nación-estado (de la primera ola) se vuelve obsoleta y surgen multinacionales.
La producción en masa (segunda ola) se ve eclipsada por la generación de conocimiento, como actividad económica primaria.
El valor de los productos depende de qué tanto conocimiento incluyan en su diseño.

Según Toffler (1990) la sociedad se encuentra en una “tercera ola” y la megatendencia fundamental es la búsqueda del poder, que gracias a la educación y los medios de comunicación, el nuevo sistema para crear riqueza ya no se basa en la fuerza bruta, sino en la mente y lo que guarda (el conocimiento). En la era actual (la terce­ra ola), el poder es acumulado por los poseedores de la información y el conocimiento. Este poder es más democrático, ya que todos pueden tener acceso a él, incluyendo al pobre y al débil. El control del conocimiento se centra ahora en empresas de comunicación, centros de investigación, universidades, distribución instantánea de datos, internet, etc.
En esta nueva sociedad, el capital y el poder se concentran en las empresas más flexibles, adaptables e innovadoras, las que tengan mayor "coeficiente de inteligencia organizacional". Estas organizaciones modificaron su concepto de producción, ya que incluyen el servicio y la asesoría al cliente, calidad, productos innovadores y generación de tecnología. Además, obtienen sistemáticamente información de los clientes, el mercado y la competencia, y la aprovechan. El conocimiento reduce el consumo de recursos productivos: materiales mejores y más baratos, optimización del transporte y la logística de distribución, uso más racional de la energía, mejor administración del tiempo, comunicacio­nes más rápidas y eficaces. Todo esto genera aprendizaje, conocimientos nuevos que son aprovechados de nueva cuenta en la formación de empresas más competitivas y poderosas.
Asimismo, Marcano de O. (2005) menciona que esta nueva sociedad llamada “sociedad del conocimiento” tiene como fuente de productividad y desarrollo reside en la generación de conocimiento innovador y los procesos económicos están orientados hacia la producción, aplicación y transferencia de ese tipo de conocimiento.
Esta variante de la actividad económica centrada en la producción, aplicación y transferencia de conocimiento ha sido denominada “economía del conocimiento”, que como lo menciona Sánchez y Ríos (2011), su significado es más amplio que el de alta tecnología, que está estrechamente ligada a Internet, e incluso más amplio que “sociedad de la información”; como ya se ha mencionado, sus fundamentos son la creación, difusión y uso del conocimiento. Y como lo menciona Rodríguez-Ponce y Palma-Quiroz (2010), el conocimiento es más que información, ya que el incorpora formas y métodos para resolver problemas en los distintos ámbitos del quehacer de las empresas. La capacidad de creación de valor a partir del conocimiento es esencialmente intangible y ésta es la fuente de la ventaja competitiva en la sociedad actual.
Así pues, la nueva economía basada en el conocimiento se diferencia de la economía industrial entre otras cuestiones por la naturaleza de los bienes, las empresas y el mercado, tal como lo menciona Marcano de O. (2005). Las empresas están incorporando nuevos conceptos productivos en torno a la gestión del conocimiento para crear mayor valor agregado, consideran que este conocimiento es un recurso económico que no sólo puede ser aprovechado para producir bienes y/o servicios, sino que  además puede ser producido y transferido.
Además, se considera que el conocimiento es un bien comercializable y un recurso utilizado en la generación bienes y servicios, cuyo valor económico se funda en la abundancia y no en su escasez, ya que la abundancia de conocimiento generada por una orientación hacia la innovación, ocasiona su obsolescencia y esto conlleva a un incremento en la demanda de innovación generándose así un ciclo sin fin: conocimiento-innovación-conocimiento.
En cuanto al mercado no se han presentado cambios en el concepto de mercado en sí, sino en el contenido del mismo, ya que en la actualidad se observa una proliferación de mercados electrónicos que favorecen las relaciones de intercambio virtuales entre al menos dos personas, donde una de las partes recibe de la otra un beneficio (no necesariamente monetario), que le va a producir un costo (pérdida de algo), pero a su vez, ésta otra parte recibe de aquélla otro tipo de beneficio, en consecuencia la situación es recíproca.
En este mercado particular el bien objeto de la transacción es un bien inmaterial: el conocimiento científico, que aparece bajo la forma de una innovación. Es mercado global, interconectado en redes, donde se exige mayor innovación en los productos, lo que obliga a las empresas a desarrollar y asimilar el conocimiento cada vez con mayor rapidez.
La práctica de esta relación de intercambio de conocimiento es lo que se conoce como “mercado del conocimiento”, que enlaza a compradores y vendedores en la gestión de producir y transferir conocimiento en atención a las demandas particulares del cliente. Los intercambios de conocimiento son equivalentes a la compra y venta de cualquier producto en un mercado, pero intangible (ejemplo: propiedad intelectual, capital intelectual, patentes o invenciones).
Torres-Citraro (2010) indica que la empresa como célula básica del aparato productivo ha cambiado significativamente y los activos intangibles se han convertido en elementos fundamentales para la determinación de su valor, pero una buena parte de ese valor está representado por el capital intelectual (estructural, clientelar y humano, siendo que éste último es el más difícil de medir porque está en la cabeza de los empleados de la organización).




En las últimas décadas del siglo XX y lo que va del siglo XXI se han presentado una serie de cambios en la sociedad, que ha pasado de regir su economía por la gestión de los bienes tangibles a una sociedad del conocimiento de los bienes intangibles.
En esta nueva economía, denominada economía del conocimiento, el conocimiento es la fuente principal para la obtención de ventajas competitivas de las organizaciones y los países donde se ubican.
Así pues, los desafíos que se les presentan a las organizaciones en este contexto están asociados a la generación y transferencia de conocimiento avanzado. Sin embargo, estos activos intangibles aún son difícilmente medibles, ya que deben mostrar las múltiples facetas de organización, y no sólo números de un informe que sólo refleja el pasado.
Por lo anterior se considera necesario definir criterios para la identificación, medición y valoración de estos activos intangibles, que permita hablar un lenguaje común sobre un tema que cada día cobra mayor importancia.


Referencias
Marcano de O., F. (2005). El mercado de conocimiento en el ámbito de la relación universidad sector productivo. Omnia, XI(3), 109-125. Obtenido de http://www.redalyc.org/pdf/737/73711305.pdf
Rodríguez-Ponce, E., & Palma-Quiroz, Á. (2010). Desafíos de la Educación Superior en la economía del conocimiento. Ingeniare. Revista Chilena de Ingeniería, XVIII(1), 8-14. Obtenido de http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=77218811002
Sánchez, C., & Ríos, H. (2011). La economía del conocimiento como base del crecimiento económico en México. Enlace: Revista Venezolana de Información, tecnología y conocimiento, VIII(2), 43-60. Obtenido de http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=82319126004
Toffler, A. (1990). La tercera ola. México: Edivision, Compañía Editorial S.A.

Torres-Citraro, L. (Enero-diciembre de 2010). Los activos intangibles dentro del contexto de la sociedad del conocimiento: el reto de su identificación y valoración. Propiedad Intelectual(13), 74-98. Obtenido de http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=189017092005

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